miércoles, 12 de marzo de 2008

La visita de Alex

Encontrábase Chawamba en la punta del peñasco sentado observando y regosijádose gozozo en los rayos de sol danzado en las cristalinas aguas que discurrián al pié de su colina. Coreaban sones del fin del estíos los pájaros que Chawamba amaba y en ellos se gozaba gozozo.

De repente los sones acallaron y Chawamba comenzó a oir pasos a sus espaldas. Alguien había llegado a la cima de la colina sin que él lo hubiera visto y esto era del todo extraño, porque todo aquel que se acercaba a la colina era visto desde la lejanía por Chawamba.
Se trataba de un jóven. Vestía pantalones de malla negra muy ajustada, chaqueta corta y ajustadas a la cintura, sin solapas, con esos hombros muy abultados, corbatas de un blanco sucio y botas pesadas. Tenía aspecto de haber descansado mal. Caminaba hacia el risco y le dijo a Chawamba con rudeza

- muévete a un lado scorro, dedón.
- buenas tardes, extraño, ¿a que debo el placer tu visita? respondió Chawamba sonriendo.

Pero el visitante continuó su camino hacia el risco y Chawamba pensó que quería arrojarse con el fin de quitarse la vida.

- hombre, no puedo permitir que te arrojes.
- no te entrometas en mis vesches y déjame en paz.
- hombre, de ninguna manera permitiré que te arrojes.

El muchacho pareció perturbado por la contrariedad, tomó una navaja que guardaba en sus ropas y la blandió amenazante contra Chawamba, pero al instante siguiente su rostro se desfiguró y palideció, sus rodillas se doblaron y se tomó el absomen, dejando caer la navaja.
Luego comenzó a decir

- disculpe usted buen señor que halla irrumpido en su mesto si clopar, pido apología, no quería pertubar su tranquilidad, solo desdeaba llegar a su risco - decía sin levantar el rostro.

Chawamba pensó que debía tratarse de un extranjero por el raro dialecto en que hablaba y le ofreció té y biscochos, los cuales el extraño agradeció hablando en su rara lengua. Pensó que por algún motivo estaría desesperado, dado el cambio de actitud tan radical. En pocos minutos se repuso y Chawamba inquirió.

- ¿Porqué deseas quitarte la vida?, Dios no te perdonará.
- No me gorobe de vesches de Bogo y toda esa cala, solo quería brosarme del risco, no quería quitarme mi vonosa chisna, todavía soy muy joven para snufar.
Chawamba creyó comprender que quería arrojarse del risco solo por arrojarse pero le pareció algo realmente estúpido y quiso clarificar

- hombre, no comprendo porque querías arrojarte del risco.
- solo quiero quitarme lo que me hicieron, el tratamiento de Ludivico, en la staja del estado donde estube encerrado, que ahora no puedo dratsar, crascar ni cracar sin que me ponga enfermo como acaba de videar hace un momento.

Chawamba pensó que a este muchacho debieron haberle realizado alguna clase de tortura en alguna institución de alguna clase y le preguntó

- hombre, pero ¿que ivas a ganar arrojándote de mi risco?
- con una buen tolchoco se me quita el Ludovico, solo necesito brosarme de algún lugar alto y cracarme duro.

Chawamba pensó que posiblemente este varón había sido torturado y se había vuelto demente y se le ocurrió que no debía contrariarlo, pero que a la vez no podía permitir que se arrojara de su risco y le dijo.

- hombre, comprendo y estoy de acuerdo contigo, pero es inútil arrojarte de este risco ya que no es suficientemente alto y abajo hay rocas filosas. Solo conseguirás lastimarte gravemente y no se quitará el 'Ludovico'.

El muchacho quedó cavilando unos segundos y finalmente dijo.

- tienes razón dedón besuño, necesito encontrar otro lugar mas alto.
Acto seguido se puso de pié, tomó un biscocho - gracias por el chai - dijo y se marchó.

Chawamba pensó entonces que extraño encuentro había tenido con ese extranjero y clase de cosas hacián a los hombres en las instituciones para volverlos tan dementes que creen que conseguirán resolver sus problemas haciéndose daño

1 comentario:

menta producciones dijo...

Amigo querido me encantó me encantó y gracias por la visita... cuántas enseñanzas nos deja el sabio, abrazos intersticiales con whisky incluido