jueves, 22 de mayo de 2008

El falso santo II

Pasado el episodio de la confusión y el falso santo, la colina de Chawamba quedó nuevamente en soledad y el susodicho regresó a ella a recuperar la paz y a sanar los bastonazos que había recivido en sus lomos de mano de los comerciantes de la fe a quienes hubiera él arruinado su espúreo comercio.
Hallábase Chawamba horneando panecillos cuando una mujer llegó a él, vióla vadear el arroyuelo y escalar a la cima con paso cansino. Al tenerla frente a si Chawamba recondó a esta persona: se trataba de la mujer que le había solicitado le quitara el dolor de cabeza.

- salve señor Chawamba.
- yo te saludo mujer, que te trae nuevamente a mi colina.
- señor, he vuelto porque a pesar de todo yo sigo creyendo en usted. Vengo porque necesito que obre un milagro y cure a un pariente mío.

Chawamba sintió compasión hacia esta persona, ya por su ingenuidad, ya porque tenía una necesidad. Pero con dulzura y a la vez energía la exortó a regresar por donde había venido diciendo:

- mujer, te aseguro que no tengo forma de obrar un milagro. Mejor acude a la consulta de un físico, un sacerdote o quien sea.
- pero señor, no sea tan humilde, yo creo en usted. He visto realizar los milagros en su nombre.
- mujer, aquellos que realizaban milagros en mi nombre eran unos farzantes- y comenzó a esbozar una explicación de como estos malechores tomaban ventaja de la credulidad de los gentes simples.
- observa esta piedra - dijo y tomó un guijarro del suelo - si yo te asegurara que esta piedra es un talismán que puede mantener alejados a los demonios y te dijera que esto es verdad dado que no hay ningún demonio por aquí, ¿tu que dirías? -
La mujer dudó un poco pero luego dijo vehemente
- yo digo que lo que usted dice es verdad -
- ¿pero tiene sentido creer eso? Es verdad que no hay demonios aquí, pero ¿es que acaso alguna vez los hubo? ¿viste alguna vez a un demonio en persona - dijo Chawamba.
La mujer dudó nuevamente y solicitó -¿podría prestármela por un momento?.
Chawamba asintió con la cabeza y se la extendió satisfecho pensado que le estaba abriendo los ojos a la desdichada. La mujer examinó el cascote y finalmene dijo
-¿puedo quedármela?, la llevaré donde mi pariente enfermo ... -
Chawamba no sabía si debía admirarse de tanta fe o exasperarse ante tanta idiotez. Decidió ensayar otra forma de iluminar el entendimiento de esta persona.
- voy a enseñarte un truco, para que veas como se engaña a las gentes sencillas -
- bien.
- voy a adivinar cosas sobre tí. Hay en tu vida una persona de cabellos oscuros es mujer ?
- Si, es mi hija.
- Bien, tu hija te ha costado criarla.
- Si, realmente.
- La cifra 5 significa algo para tí.
- Es el número de hijos que tengo.
- Bien, ya he adivinado que tienes 5 hijos, algunos de los cuales son mujeres, que una de ellas de cabellos oscuros te ha dado trabajo para criarla. Tienes esposo también, te has casado joven.
- Es verdad señor, todo es verdad ¡Usted tiene poderes, pudo adivinar! - Y comenzó a dar muestras de exitación.
- No mujer, no he adivinado nada, solo he dicho cosas obvias. Todos conocemos a alguien de cabellos oscuros, todos los hijos son difíciles de criar, el número 5 que elegí al azar es muy posible que tenga algún significado para cualquier persona. Si has tenido cinco hijos es porque te has casado joven. Todo es obvio. - Se desvivía Chawamba por explicar y aclarar la vista de esta persona.

Para cuando Chawamba pudo acabar su explicación esta mujer tomó el guijarro y comenzó a irse de allí con paso apresurado al grito de -¡Chawamba es un santo en verdad!-
Chawamba la vió alejarse y desaparecer en el horizonte. Pensó que sería preferible continuar con sus faenas. Esta persona parecía empecinada en hallar argumentos para creer en algo y se compadeció de ella.

Al día siguiente hallábase Chawamba arrancando las malas hierbas de un seto de geranios, cuando vió aparecer en el horizonte a un grupo bastante nutrido de personas que ivan en pos de su colina. Vadearon el arroyuelo y treparon a la cima de la colina. Cuando estubieron cerca de Chawamba se detubieron y se arrodillaron a la voz de -Salve señor Chawamba- Acto seguido fueron a él y lo rodearon a la vez que todos a su vez le hacían peticiones del tenor de
- señor, por favor cure mi lumbago.
- por favor adivine mi futuro.
- debo invertir en codornices ?-
- puede decirme si mi marido me engaña ?-
Entonces recordó a la mujer del día anterior y pensó que ella debió divulgar su encuentro con él, generando nuevamente confusión. Pensó que no había solución para la credulidad de las personas desesperadas y tubo compasión de ellos. A duras penas consiguió que le permitieran caminar hasta una roca a la cual se subió y utilizó como estrado improvisado.
- hombres y mujeres, deben saber que no tengo los poderes que me atribuís. Soy uno mas entre ustedes.

Hubo nuevamente silencio y un anciano habló -la señora dijo que tu eras humilde y que no aceptarías títulos ni alabanzas, pero nosotros tenemos fé en tí, ten piedad de nosotros -
Por un instante Chawamba no supo que decir, luego se conmovió de la fe de estas gentes sencillas y finalmente pensó que la mejor forma de deshacer el mito que se había creado alrededor de su persona era accediendo a las peticiones de ellos y les dijo.
- bien, formen una fila, los de mayor edad irán primero.
Y comenzó a atender a cada uno. Algunos solicitaban una curación y Chawamba solo se limita a colocar su mano y decir 'cúrate'. Y el sujeto curado se iva satisfecho.
A quienes tenían necesidad de consejo, Chawamba les daba el que se le ocurriera en ese momento, y el sujeto se retiraba satisfecho.
Quien venía a solicitar una curación de un pariente no presente ahí, Chawamba elevaba una plegaria. A quien estaba aflijido consolaba con palabras dulces.

Al final del día, cuando hubo acabado de atender a todos, se dió cuenta que había prestado un servicio a muchas personas, pero que no había hecho nada en concreto por ninguna. Solo les había oído y les había dado una nueva esperanza. Tal vez eso fuera lo que estas gentes necesitaban: ser oídos. Entonces se preguntó porqué otros abajo no hacían lo mismo, porqué estas gentes se veían necesitadas de venir a él, cuando brindar un momento a un semejante y oir sus de sus aflicciones es tan fácil y cuesta tan poco. Pensó entonces que tal vez las gentes abajo se habían vuelto desconsideras y egoistas con su prójimo y estubo feliz de vivir alejado en su colina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vine a saludar.

Besotes y abrazotes.