viernes, 14 de septiembre de 2007

Segunda carta de Chawamba

Hijos,
he visto como los grandes apóstatas de la época ha urdido una nueva estrategia para perderlos, por eso os advierto y os exorto a ver con claridad.

En todas la épocas se ha hablado del camino recto, la puerta estrecha o cosas similares como alegoría de la forma correcta de hacer las cosas que paradójicamente no es la que elige la mayoría de los mortales. Al contrario, todo mundo se siente mas atraído y facinado por las anchas avenidas y las enormes arcadas, que conducen a la perdición. Todo el mundo camina por estos lugares sin duda debido a que es lo mas fácil y menos trabajoso de hallar. Pero el tesoro siempre se halla en la puerta estrecha, la de servicio, que queda en la parte de atrás, iluminada por una lamparita de 40w por donde nadie que pasar. Esto es así porque si todo el mundo fuera por el camino recto o la puerta estrecha, todos no podrían pasar al mismo tiempo y gran bataola se armaría. Por eso los bienes superiores se enconden detrás de la apariencia poco atractiva. Pero ete aquí que hombre sabio sabe reconocer en donde se hallan estoos bienes, no importa que estén colocados bajo una frasado vieja o en un tupper semiopaco.

Sin embargo hay quienes se aprovechan de la facinación que ejercen las grandes arcadas y anchas avenidas para atraer al ingenuo y pretender haber instaurado el imperio de la puerta giratoria por donde todo mundo puede pasar al unísono y alcanzar los bienes supremos sin importar lo necio y oscuro que sea. Estos utilizan los medios masivos para llegar al público adornando las arcadas que conducen a la perdición con grandes luminarias y guirnadas, ofreciendo premios y gratificaciones ilusorias. Así engordan las legiones de fieles que son conducidos a la región oscura.

Escucha ¡oh, querido lector! mi advertencia, nunca hallareis lo bueno o lo bello en góndolas de supermercados, salvo que sea avena Quaker, que siempre ha sido buena para todos. Amén.

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